Sus características organolépticas principales son una piel fina y tierna que no se desprende durante el cocinado, con un interior mantecoso y poco astringente, suave y cremosa en el paladar, especialmente apreciada por sus propiedades nutricionales gracias al suelo en el que se cultiva, rica en proteínas y fibra, un alimento necesario en la dieta habitual.
La lenteja pardina es una de las legumbres de más fácil y rápida cocción, no necesitan remojo, aunque sometidas a este proceso habitual en las legumbres, se pueden cocinar unas lentejas en el mismo tiempo en el que se cocina un arroz.
El más común es en potaje, como es el típico plato de “Lentejas con Chorizo”, que tanto nos recuerdan a nuestra infancia, aunque también combinan muy bien con otros productos del cerdo como costilla o la morcilla, que aconsejamos cocer en una cazuela aparte para disminuir la cantidad de grasas saturadas de la receta y porque requieren más tiempo de cocción que las lentejas.
Calibre: 3 a 4 milímetros
Remojo: 2 a 8 horas
Cocción:
- Olla a presión
40 minutos en aguas duras
25 minutos en aguas blandas
- Cazuela
1 horas y 40 minutos en aguas duras
1 hora en aguas blandas